Origen del nombre e historia
La palabra "girasol" viene del griego helios, que significa "sol", y de anthos, que significa "flor", ya que estas flores siempre miran hacia el sol. En realidad, los girasoles vienen de América del Sur y Central, no de Grecia, y se los cultivaba más por su utilidad que por su belleza. En 1532, Francisco Pizarro entró, a fuerza de batallas, al Perú, donde encontró un girasol gigantesco al que los indígenas del imperio inca rendían culto, considerándolo una imagen sagrada del dios sol.
Sentimientos & simbolismo
Una leyenda dice que el dios griego del sol, Helios, murió ahogado por sus tíos, los titanes, y fue luego elevado al cielo, donde se convirtió en el sol. Una joven mortal, Clitia, se enamoró de él y murió de amor. Clitia quedó "arraigada" en su pena, y por eso sigue el curso que Helios recorre en el cielo durante el día.
El movimiento que realiza el girasol mientras sigue el recorrido del sol simboliza profunda lealtad y constancia. Se dice que si una joven se coloca tres semillas de girasol en la espalda, se casará con el primer muchacho con el que se encuentre. Para los chinos, esta flor es símbolo de longevidad. Las sacerdotisas incas lucían en sus prendas grandes discos de girasol hechos de oro. En los Andes, se trabajaban imágenes de girasol en oro y se las depositaba en templos. Las semillas de girasol eran un alimento sagrado para los indígenas de las Grandes Llanuras, que habitaban las praderas de Norteamérica. Solían colocar recipientes llenos de semillas de girasol en las tumbas de los muertos para que les sirvieran de alimento en su largo viaje hacia los "Cotos de caza felices".
Significado de los colores
El significado del girasol varía de una cultura a otra. Para algunos, el girasol promete poder, calor y alimento: todos los atributos propios del sol mismo. Otros, sin embargo, sostienen que el aspecto majestuoso del girasol denota altanería y falsas apariencias, o un amor infeliz. Un girasol enano recibido de regalo significa "un ferviente admirador".
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